Chandra Namaskar, una veneración a la Luna.


por Pablo Rego | Chandra Namaskar o El Saludo a la Luna es un saludo utilizado en Yoga Integral o Purna Yoga que se realiza a un ritmo continuo, conectando con una actitud meditativa y contemplativa, fluyendo entre las posturas y moderando el ritmo de la prƔctica en sintonƭa con el estilo del Vinyasa Flow Yoga.


“Chandra” en SĆ”nscrito significa “luna” y el tĆ©rmino “namaskar” se puede traducir literalmente como “saludo”. Juntos hacen Chandra Namaskar, nombre de esta serie dinĆ”mica de posturas que se realizan una a continuación de la otra, a un ritmo fluido, meditativo y siguiendo la respiración.

Este es un saludo mĆ”s “femenino” que el conocidĆ­simo Saludoal Sol. Utiliza la postura de La Luna o Chandrasana como referencia, una postura que se realiza con la rodilla de una pierna y el pie de la otra apoyados  en el suelo y una inclinación del tronco hacia a tras similar a la postura d El Sol, soltando la tensión en las caderas y el peso del cuerpo hacia el empeine del pie que queda apoyado mĆ”s atrĆ”s que el resto del cuerpo.

Es importante interpretar el concepto “Namaskar”, no tomando literalmente el tĆ©rmino como saludo de saludar si no como un concepto mĆ”s amplio, profundo y espiritual, como “salutación”, lo que incluye un ritual, una consciencia de lo sagrado sobre lo que se entrega la energĆ­a, la atención o la concentración. TambiĆ©n Namaskar implica una intención de humildad ante el objeto reverenciado.

Desde el punto de vista físico, Chandra Namaskar es un saludo de catorce posturas (o dieciséis, dependiendo de si tomamos algunas transiciones también como asanas) que aporta muchos beneficios, ya que abarca un amplio abanico de formas que el cuerpo debe asumir, trabajando, entre otros, la flexión y extensión en la columna vertebral, la apertura de caderas, el estiramiento anterior y posterior de las piernas o el equilibrio, ademÔs de activar los procesos del metabolismo incidiendo principalmente en el aparato respiratorio, circulatorio y en el sistema linfÔtico.

Por esto mismo también influye en la activación de los siete chakras principales del cuerpo energético siendo una muy buena rutina de activación de la energía, tanto en su forma de ejercicio individual como en su función de rutina de introducción o parte de una sesión de cualquier versión del Yoga físico.


Las posturas.

Dentro de la nomenclatura del Purna Yoga o Yoga Integral, en Chandra Namaskar se hace una secuencia que comienza en la postura la postura de  pie Tadasana desde donde, armando el gesto del triĆ”ngulo o Trimurti Mudra con las manos y mirando ese triĆ”ngulo, se llevan las manos por encima de la cabeza con los brazos estirados, armando una flexión hacia atrĆ”s que acaba siendo Suryasana o la postura de El Sol.

Luego, con los brazos extendidos y manteniendo el Trimurti Mudra en las manos se realiza una inclinación estirada hacia adelante y se llega a apoyar las manos en el suelo, colocÔndolas a los lados de los pies. Desde allí se extiende una pierna hacia atrÔs y se apoya la rodilla de la otra pierna junto a una de las manos en el piso, armando una de las variantes de Kapotasana o postura de La Paloma, con una perna flexionada, la otra extendida hacia atrÔs y ambas rodilla apoyadas. En esta asana se hace una torsión hacia uno de los lados, llevando un brazo hacia atrÔs y luego de regresar se arma la postura de La Luna o Chandrasana, apoyando en el piso la planta del pie de la pierna que estÔ mÔs adelantada y con el Trimurti Mudra en las manos, se elevan los brazos repitiendo el movimiento de llevar el tronco en una flexión con el peso hacia atrÔs y relajando la tensión en las caderas.

Al desarmar Chandrasna se apoyan las dos manos en el suelo extendiendo ambas piernas hacia atrĆ”s, apoyando la yema de los dedos de los pies y realizando la postura del Cocodrilo [(Makarasana, en la versión Purna Yoga Integral), tambiĆ©n conocida como La Tabla, el Plano Inclinado (Poorvottanasana) o la postura de la Mesa (Utpithikasana ó Catush Pada Pitham dependiendo de la tradición)]. Desde El Cocodrilo, al igual que en Surya Namaskar, se desciende a Ashta Dandasana  o la postura de La Caracola para pasar a Bhujangasana o la postura de La Cobra.

Al desarmar Bhujangasana se mantienen las palmas de las manos apoyadas y el pecho cerca del suelo y con un pequeƱo impulso se desplaza el cuerpo hacia atrĆ”s, armando Balasana o la postura de El NiƱo, bajando la frente al suelo, llevando los glĆŗteos hacia los talones y el abdomen hacia los muslos con los brazos estirados hacia adelante. Una vez en la postura se arma otra vez el gesto del triĆ”ngulo con las manos y se suben hacia el cielo (o el techo), manteniendo entonces los brazos estirados y la mirada en las manos. Bajando luego las manos al suelo, se las apoya delante de las rodillas que se elevan para armar Manasana o postura de El Pensador, una postura de equilibrio que se realiza apoyando sólo las yemas de los dedos de los pies, con las piernas juntas, las rodillas completamente flexionadas, los talones elevados y, de ser posible, los glĆŗteos sobre los talones, ademĆ”s del torso erguido con las palmas de las manos juntas a la altura del pecho.    

Finalmente se llevan las manos hacia la parte posterior-inferior de las piernas sujetando la zona del tendón de Aquiles y se extienden las piernas dejando la cabeza hacia abajo, llevando la cara hacia las rodillas y se estira toda la parte posterior del cuerpo en Padahastasana, postura de La Cigüeña o Pinza de pie para, desde allí volver a la postura de pie y estirar el cuerpo hacia atrÔs en un último Suryasana o postura de El Sol mirando el gesto del triÔngulo que vuelve a estar presente en las manos. Finalmente se termina en Samasthiti o Postura de Pie con las palmas de las manos juntas a la altura del pecho.

Al finalizar esta secuencia se realizan dos pasos hacia adelante para volver al punto de partida y realizar la siguiente serie utilizando el otro lado del cuerpo o finalizar el saludo.


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Trimurti Mudra.

Una de las caracterĆ­sticas de Chandra Namaskar es la realización del “gesto del triĆ”ngulo” o Trimurti Mudra que se utiliza como “drishti” o punto de concentración.

Trimurti e un mudra que se usa muchas veces para equilibrar chakras. De manera natural, estando en SavƔsana (postura del cadƔver), al colocar las manos sobre el abdomen se juntan los extremos de los dedos pulgares e ƭndices de ambas manos entre sƭ, armando un triƔngulo. Ese gesto natural suele usarse para equilibrar Svadhisthana chakra (segundo empezando desde abajo)

Este mudra, colocado en la parte inferior del abdomen, de manera que acompañe la postura natural de bipedestación del ser humano, es un triÔngulo con un vértice apuntando hacia abajo, lo que implica una relación con la energía Yin o femenina.

En la mitologĆ­a hinduista el tres estĆ”s asociado  a la trinidad de las fuerzas fundamentales para la existencia del Universo y su evolución natural e infinita a travĆ©s de los ciclos de la creación, conservación y destrucción. Trimurti, significa “tres formas” que estĆ”n representadas por las deidades Brahma (creación), Vishnu (preservación) y Shiva (destrucción).  Otros tres aspectos que siempre hay que tener presentes en Yoga como fundamento de su existencia son Mente, Cuerpo y EspĆ­ritu.

Trimurti Pintura hecha a mano hindĆŗ
Deidad Santa Dattatreya Arte

En dónde se hace foco.

El punto concreto de intención o “drishti” es la determinación o creación de un lugar en el cuerpo o fuera de Ć©l para llevar hacia allĆ­ el foco y mantener la atención. El drishti se utiliza como recurso en la prĆ”ctica de Yoga para liberar la acción de los sentidos y evitar que Ć©stos provoquen distracciones, pero ademĆ”s se utiliza como una manera de crear concentración.

En Yoga se usan como  drishti la respiración, los “bandhas” (cerrojos) o determinados puntos del cuerpo. Esta herencia que recibe Chandra Namaskar del Ashtanga Yoga, -en el que se utilizan drishtis muy concretos como la punta de la nariz, el entrecejo, el ombligo, las manos o los dedos- en el Saludo a la Luna se usa Trimurti mudra o el gesto del triĆ”ngulo como punto de concentración, realizĆ”ndose en gran parte de las posturas, lo que lleva al practicante a conectar con ese equilibrio fundamental de tres,  relacionĆ”ndolo durante la prĆ”ctica con la energĆ­a que fluye entre lo femenino y lo masculino.



Chandra Namaskar se practica flotando.

El Saludo a la Luna estÔ emparentado con la prÔctica del estilo Yoga Flow, que también se relaciona con el concepto Vinyasa, o la sincronización del movimiento con la respiración durante una secuencia de posturas de Yoga que se origina en el Ashtanga Vinyasa Yoga.

El Ashtange Vinyasa expresa el movimiento del cuerpo pasando de una postura a la otra concatenadamente mientras se realizan determinadas respiraciones. AdemĆ”s posee un diseƱo que debe seguirse rigurosamente para evolucionar. El aspecto “Vinyasa” de este mĆ©todo, que hace referencia a la respiración y el movimiento sincronizados, se ha utilizado mĆ”s allĆ” del Ashtanga, como un estructurador sobre el cual se van diseƱando distintas rutinas de forma libre, creĆ”ndose asĆ­ el Vinyasa Yoga. Y siguiendo esta evolución, a esta manera de practicar yoga dinĆ”mico, con el tiempo, se le ha agregado el concepto “Flow”, que en inglĆ©s significa “flotar” y que hace referencia a la intención que se debe tener para desarrollar este estilo.

Practicar Yoga Flow requiere de tener presente en todo momento el concepto del movimiento, la respiración, la manera de llegar a las posturas. Debe hacerse de una forma sutil, con movimientos controlados, pero nunca muy intensos ni agresivos, de la misma manera que debe tenderse lo menos posible a la quietud total.

El Saludo a la Luna tiene en su gƩnesis la idea de ser practicado como Yoga Flow. Los pasos que conlleva, la manera de armar las posturas, sus transiciones deben hacerse de una forma que recuerde un lugar con una gravedad muy baja, como la Luna.

Esta forma de practicar es una invitación a la meditación en movimiento, similar a la que se realiza al realizar determinadas artes marciales antiguas que fomentan una concentración mÔxima de atención y energía. Esta economía del movimiento y su conservación, sumada a la intención y a la forma de armar cada parte de Chandra Namaskar permiten al practicante entrar en una bucle de movimientos sutiles y fluidos, ademÔs de una respiración profunda y controlada que pueden llevar a un estado meditativo que, en última instancia, es el objetivo mÔs elevado que se puede buscar en la prÔctica del Yoga del cuerpo.

©Pablo Rego
Profesor de Yoga
Masajista-Terapeuta holĆ­stico
Diplomado en Salud Ayurveda.




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