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Postura de la liebre - Sasangasana |
Si tomamos consciencia de que la columna vertebral es el eje de la salud y la serenidad
podremos establecer la importancia que tiene el trabajo de movilizar cada
vertebra y cada área de la espina dorsal en la estructura de una sesión de Yoga.
Los movimientos posibles sobre la columna vertebral son: la flexión
(hacia adelante), la extensión (hacia atrás), (está disponible el artículo "Posturas de flexión hacia atrás (extensión)") flexiones laterales y torsiones.
Además, se pueden mezclar estos movimientos realizando posturas que contengan,
por ejemplo, una flexión y una torsión combinadas.
Es importante destacar que cada zona, naturalmente, permite diferentes grados de movilidad y que es por ello que existen también distintas posturas que hacen hincapié en la flexión de una parte específica de la columna.
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El arado - Halasana |
El Hatha Yoga clásico contiene algunas posturas típicas de flexión que
están determinadas por el sentido del movimiento y por la permanencia que
requiere la postura. Asanas como “el
arado” (halasana), “la pinza”
(patchimottanasana, que traducida literalmente significa postura de estiramiento
de la parte posterior) ó “la cigüeña”
(padhahasthasana ó pinza de pie) proveen
los beneficios que este movimiento proporciona a la columna en particular y al
cuerpo en general.
Dentro de disciplinas como Yogaterapia en la que se consideran las
posturas más específicamente como vehículos para recuperar la movilidad perdida
o la recuperación de dolencias, aunque su práctica es muy válida como
entrenamiento para mantener la salud, existen posturas intermedias o de mediana
y baja exigencia que pueden ser utilizadas en una sesión normal de Hatha Yoga o
Yoga Integral, pero que aplicadas específicamente a la estructura de una sesión
terapéutica, proporcionan la posibilidad de poner a funcionar una columna
rígida o con poca o muy poca movilidad.
En este sentido, asanas como “la
abeja” (bhramraasana), la pinza con piernas flexionadas y en todas sus
variantes, “la liebre” (o el conejo,
sasangasana), la fase de “lomo de gato” (o gato enojado o curvatura hacia arriba del
tronco) en el ejercicio de “el gato”
(vidalasana) la postura de “el caracol”
(vritasana) o la de ”el penitente” (prarthanasana) entre muchas otras, ayudan a progresar en la
flexión de la columna concentrando la incidencia en áreas específicas y
trayendo así, con su práctica, beneficios a todo el conjunto vertebral.
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El caracol - Vritasana |
Cuando hacemos una postura de
flexión se producen varios efectos sobre las diferentes áreas del cuerpo y sus
estructuras, tanto superficiales como profundas y sutiles. Desde el punto de
vista del cuerpo físico las consecuencias de la inmovilidad de la columna se concentran
en la rigidez casi completa de sus áreas y también su periferia, terminando por
abarcar el acortamiento general de los músculos del cuerpo, incluyendo brazos y
piernas.
Por lo tanto la práctica de la
flexión vertebral creará, en primera instancia, el movimiento de cada vértebra
y su entorno, devolviendo la salud a los discos intervertebrales que se
lubricarán y se volverán más flexibles, así como a las fibras musculares que
recubren las vértebras.
Para que la columna pueda
flexionarse completamente hacia adelante, más allá de la activación localizada
en torno a cada vértebra, será necesaria la flexibilidad de la estructura
muscular de toda la superficie de la espalda, por lo que al realizar ese
movimiento espinal los músculos que habitualmente mantienen la espalda en posición vertical deben
estirarse.
Lo mismo ocurre con los músculos
de la zona posterior de las piernas. Es muy difícil flexionar completamente el
cuerpo sin que los músculos de las piernas se estiren. Por lo tanto, a medida
que practiquemos posturas de flexión más profundas o intensas, podremos ir
provocando mayores estiramientos en toda la zona posterior del cuerpo físico.
De todos los movimientos que la
columna vertebral nos permite, la flexión hacia adelante es quizá el más
utilizado, pero también el más profundo por naturaleza. Aún así la pérdida de
esta dimensión del movimiento es muy habitual y el trabajo que realiza Yoga
sobre ello es también intenso y consciente.
Las torsiones y extensiones son movimientos que se realizan con menos
frecuencia en lo cotidiano y su estudio requiere de un capítulo específico y
pormenorizado. El artículo "Posturas de extensión (o flexión hacia atrás)" se ocupa de ese movimiento específico.
Los conceptos básicos referentes a la salud del cuerpo
físico, los órganos y el sistema nervioso están explicados en “Columna vertebral, eje de la salud y la serenidad”
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La abeja - Brahmarasana |
Una sesión de yoga puede estar organizada para alcanzar diferentes
objetivos. El trabajo de la fuerza en las extremidades o en los músculos
espinales, pectorales o abdominales debe estar al servicio de la salud de la
zona vital que es la columna.
El entrenamiento que se realiza como activación del metabolismo,
ejercicios cardiorespiratorios como los saludos y estilos como Power o Ashtanga
siempre incluyen una etapa de flexión de la columna y estiramiento de la parte
posterior, ya que todo lo demás sin ese momento de la sesión carecería del
sentido del equilibrio que siempre busca el Yoga.
El trabajo de los movimientos sobre la columna vertebral debe estar
siempre presente y ocupar un espacio preponderante en la práctica. La
realización de movimientos de calentamiento, flexiones suaves, intensas y
estiramiento deben estar combinados y siempre formar parte de una sesión
completa de Hatha Yoga.
©Pablo Rego
Profesor de Yoga
Masajista-Terapeuta
holístico
Diplomado en
Medicina Ayurveda de India
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