Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia :)
28 ene 2017
22 ene 2017
La importancia de poder practicar Yoga hoy.
por Pablo Rego | Hace algunas décadas el acceso a Yoga era cuestión de unos pocos, de los que se daban la oportunidad de experimentar lo diferente y se atrevían a tomar otros caminos en busca de su salud y equilibrio. Y muchos no lo hacían; muchos que hoy intentan revertir sus dolencias lamentando no haber conocido antes la actividad.
Foto ©Photobucket |
Sin embargo, con el
desarrollo de las comunicaciones y la comprobación que hicimos los occidentales de los grandes beneficios que
aporta el Yoga al ser humano, la actividad ha ido ganando espacio en nuestras
sociedades hasta llegar a ser reconocida, incluso, por médicos alópatas,
psicólogos o psiquiatras que la recomiendan a sus pacientes.
En la actualidad el Yoga
está presente. Ha venido para quedarse y los prejuicios son más bien
resistencias a resolver nuestros problemas que temores fundados. Jóvenes y
adultos jóvenes que replican el estilo de vida de los mayores, mal
alimentándose, realizando poca actividad física, desarrollando tareas o
abrazando profesiones estresantes, tienen en los padecimientos presentes de los
protagonistas de las generaciones anteriores el mejor ejemplo de cómo es mejor
no vivir.
La consciencia en lo
importante que es la prevención para la salud ha llegado a nuestras sociedades
occidentales. La información está disponible por doquier y el paso para detener
y/o revertir procesos de enfermedad depende cada vez más de cada individuo.
Prevenir con Yoga, mejor que curar.
Todas las edades son buenas para practicar Yoga - Foto ©Photobucket |
Aunque sea más
dificultoso revertir dolencias a avanzada edad, aquellos que se comprometen con
la actividad siempre se benefician de ella. Superar los dolores y traumas
físicos es el mayor desafío que de los mayores, sobre todo porque, en determinadas
comunidades, la primera barrera es el prejuicio y la desinformación.
Lamentablemente, en la
actualidad vemos jóvenes y adultos de entre veinte y cincuenta años de edad,
replicando los caminos hacia la enfermedad crónica. Más lamentable aún es ver a
los niños que, inocentemente, son conducidos a lo mismo, creando seres débiles,
dependientes de la medicina y sin el entrenamiento y el desarrollo de los
recursos naturales que el ser humano posee en sus genes para sobrevivir a las
enfermedades corrientes.
Los adultos en plena
actividad tienen hoy la oportunidad de dedicar dos o tres horas semanales a la
práctica de Yoga. Pueden aprender a relajarse, a respirar, a administrar sus
emociones, a disminuir los niveles de estrés. Tienen al alcance de la mano la
posibilidad de movilizar el cuerpo para liberarse de las malas posturas y los
traumas creados por éstas en el cuerpo físico, principalmente en la columna
vertebral en donde la mayoría de los mayores acusan grandes dificultades para
vivir un día a día disfrutable.
Mirarse en el espejo
de los mayores para mejorar es una buena forma de superarnos como sociedad.
Observar los caminos que en el pasado se tomaban, en relación a la
alimentación, ejercicio y forma de abordar los problemas, puede ayudarnos a valorar
mucho más el hecho de contar, en casi todas partes, con la oferta de
actividades para el bienestar como Yoga.
Cuidar los hábitos hoy para vivir mejor mañana.
Foto ©Photobucket |
Practicar Yoga es una
manera completamente natural de activar el metabolismo, eliminar toxinas, equilibrar
los niveles hormonales y fortalecer el sistema inmune; entrenar el cuerpo físico
tonificándolo, manteniéndolo flexible, fortaleciendo los huesos y
articulaciones. Practicar Yoga transforma nuestra manera de elegir,
conduciéndonos a un estado de consciencia en el que podemos mejorar el estado o
la forma en la que realizamos nuestras actividades, como el trabajo, la
alimentación o las relaciones personales. Practicar Yoga es un camino para
reducir los niveles de estrés, ayudando al organismo a mantenerse lejos de ese
tóxico de la vida moderna.
Nuestros mayores, que
no tuvieron la oportunidad de practicar Yoga, no pudieron elegir la prevención
y desarrollaron un estilo de vida “compensatorio” en el que creaban enfermedad
cada día para luego utilizar la medicina en busca de un falso equilibrio, ya
que al ver los resultados podemos concluir que muchos de los recursos de esa
forma de “practicar” la salud estaban equivocados.
El concepto Yoga de
salud es la prevención, es ayudar al cuerpo a reconfigurarse cada día, a volver
de los excesos de manera natural, a liberar las tensiones para que no se
lesione parte alguna del organismo.
Cuidar nuestros
hábitos, los pensamientos, la alimentación, el descanso, y practicar Yoga hoy,
poder hacerlo, es una de las maneras de transitar el tiempo de la vida plena
sin hipotecar salud para el futuro. Todos, niños, adolescentes, adultos jóvenes
y adultos mayores, pueden optimizar su estado físico en el presente para que
los sucesivos presentes sean más llevaderos y disfrutables, manteniéndonos
alejados de las enfermedades y ganando en calidad de vida, ya que no sólo es
importante vivir más tiempo sino que también lo es pasarlo bien.
©Pablo Rego
Profesor de Yoga
Masajista-Terapeuta
holístico
Diplomado en
Medicina Ayurveda de India.17 ene 2017
Yoga y columna vertebral: posturas de flexión hacia atrás (extensión)
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“El arco” (Dhanurasana) |
Si tomamos consciencia de que la columna vertebral es el eje de la salud y la serenidad
podremos establecer la importancia que tiene el trabajo de movilizar cada
vertebra y cada área de la espina dorsal en la estructura de una sesión de Yoga.
Los movimientos posibles sobre la columna vertebral son: la flexión hacia adelante, (está disponible el artículo “posturasde flexión hacia adelante”) la extensión (o flexión hacia atrás), flexiones laterales
y torsiones. Además, se pueden combinar estos movimientos realizando posturas
que contengan, por ejemplo, una flexión y una torsión combinadas.
Es importante destacar que cada zona, naturalmente, permite diferentes
grados de movilidad y que es por ello que existen también distintas posturas
que hacen hincapié en la flexión de una parte específica de la columna.
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“La cobra” (Bhujangasana) |
El Hatha Yoga clásico contiene algunas posturas típicas de extensión que
están determinadas por el sentido del movimiento y por la permanencia que
requiere la postura. Asanas como “la
cobra” (bhujangasana), “el arco”
(dhanurasana), “el sol” (suryasana),
“el camello” (ustrasana), “el pez”
(matsyasana) o “la
rueda” (chakrasana), proveen los
beneficios que este movimiento proporciona a la columna en particular y al
cuerpo en general.
Dentro de disciplinas como Yogaterapia en la que se consideran las
posturas más específicamente como vehículos para recuperar la movilidad perdida
o la recuperación de dolencias, aunque su práctica es muy válida como
entrenamiento para mantener la salud, existen posturas intermedias o de mediana
y baja exigencia que pueden ser utilizadas en una sesión normal de Hatha Yoga o
Yoga Integral, pero que aplicadas específicamente a la estructura de una sesión
terapéutica, proporcionan la posibilidad de poner a funcionar una columna
rígida o con poca o muy poca movilidad.
En este sentido, asanas como “la esfinge”
(ó cobra baja, ardha bhujangasana), “el
pez”, en diferentes grados de flexión o con piernas flexionadas y en todas
sus variantes, “el bote” (naukasana)
que se realiza con el abdomen en el suelo (en Yoga Integral “el bote” se diferencia de “el barco” (navasana) que se hace sobre isquiones
y coxis y con brazos y piernas estirados), media postura o postura moderada de “el camello” (arda ustrasana), apoyando
sólo de a una mano sobre el talón ó ambas manos sobre las caderas, entre muchas
otras, ayudan a progresar en la extensión de la columna concentrando la incidencia
en áreas específicas y trayendo así, con su práctica, beneficios a todo el
conjunto vertebral.
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“La esfinge” (ó Cobra baja, Ardha Bhujangasana) |
Precaución en este tipo de
movimientos.
Antes de seguir describiendo
detalles de esta flexión espinal posterior es muy importante destacar que esta es
una de las fases del movimiento en las que mayor cuidado se debe tener durante
la práctica de yoga.
Una columna vertebral poco
flexible, que tenga sus discos intervertebrales resecos, puede reaccionar mal a
los primeros intentos de extensión, creándose desplazamientos discales o, en el
peor de los casos, hernias. Por ello es recomendable siempre calentar
correctamente el cuerpo, especialmente la espalda, y realizar las primeras
extensiones con mucho cuidado y de apoco, utilizando medias posturas antes de
realizar las posturas completas.
Por supuesto que la asistencia de
un instructor o profesor experimentado facilitará la tarea para optimizar estos
cuidados.
Para que la columna pueda extenderse
completamente, más allá de la activación localizada en torno a cada vértebra, será
necesaria la flexibilidad de la estructura muscular de toda la superficie de la
espalda, por lo que al realizar ese movimiento espinal los músculos que habitualmente mantienen la espalda en posición vertical deben
estirarse.
En la sesión de Yoga
Efectos de la extensión espinal.
Cuando hacemos una postura de
flexión hacia atrás se producen varios efectos sobre las diferentes áreas del
cuerpo y sus estructuras, tanto superficiales como profundas y sutiles. Desde
el punto de vista del cuerpo físico las consecuencias de la inmovilidad de la
columna se concentran en la rigidez casi completa de sus áreas y también su
periferia, terminando por abarcar el acortamiento general de los músculos del
cuerpo, incluyendo brazos y piernas.
Por lo tanto la práctica de la extensión
vertebral creará, en primera instancia, el movimiento de cada vértebra y su
entorno, devolviendo la salud a los discos intervertebrales que se lubricarán y
se volverán más flexibles, así como a las fibras musculares que recubren las
vértebras.
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“El Pez” (Matsyasana) |
Lo mismo ocurre con los músculos
de la zona abdominal y anterior de las piernas. Es muy difícil flexionar profundamente
el cuerpo hacia atrás sin que los músculos que contienen el movimiento se
estiren. Por lo tanto, a medida que practiquemos posturas de extensión más
profundas o intensas, podremos ir provocando mayores estiramientos en toda la
zona anterior del cuerpo físico.
De todos los movimientos que la
columna vertebral nos permite, la extensión es uno de los que más fácilmente se
pierde y uno de los más difíciles de recuperar. Las torsiones y las flexiones
hacia adelante son movimientos que requieren de un capítulo específico y
pormenorizado. En el artículo “posturas de flexión hacia adelante” está tratado el tema de ese movimiento en
particular.
Los conceptos básicos referentes a la salud del cuerpo
físico, los órganos y el sistema nervioso están explicados en “Columna vertebral, eje de la salud y la serenidad”
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“El Camello” (Ustrasana) |
Una sesión de yoga puede estar organizada para alcanzar diferentes
objetivos. El trabajo de la fuerza en las extremidades o en los músculos
espinales, pectorales o abdominales debe estar el servicio de la salud de la
zona vital que es la columna.
El entrenamiento que se realiza como activación del metabolismo,
ejercicios cardiorespiratorios como los saludos y estilos como Power o Ashtanga
siempre incluyen una etapa de extensión de la columna y estiramiento de la
parte anterior, ya que todo lo demás sin ese momento de la sesión carecería del
sentido del equilibrio que siempre busca el Yoga.
El trabajo de los movimientos sobre la columna vertebral debe estar
siempre presente y ocupar un espacio preponderante en la práctica. La
realización de movimientos de calentamiento, flexiones y extensiones suaves,
intensas y estiramiento deben estar combinados y siempre formar parte de una
sesión completa de Hatha Yoga.
©Pablo Rego
Profesor de Yoga
Masajista-Terapeuta
holístico
Diplomado en
Medicina Ayurveda de India
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