Para aliviar los malestares de la indigestión o empacho, “tirar el cuerito” o la piel de la espalda.


por Pablo Rego | No es extraño que nos encontramos frente a la situación de sufrir dolores o molestias en alguna de las zonas por las que pasa el aparato digestivo, producto de excesos en la cantidad de alimentos que ingerimos o por el tipo de comida, muchas veces demasiado pesada para la asimilación de nuestro organismo. Si bien en un organismo medianamente sano este malestar puede pasar en unas cuantas horas, este estado puede llegar a ser muy molesto y la técnica ancestral de “tirar el cuerito”, como se la conoce en muchos países de América, resulta de gran ayuda para liberarnos del mismo.

Foto © Freepik
Aunque esta técnica no reemplaza a los tratamientos médicos que se ocupan de enfermedades en el aparato digestivo ni deben retrasar la consulta a los profesionales de la salud, puede ser utilizada con ciertos recaudos para aliviar las típicas indigestiones producidas por una sobreexigencia del organismo al excedernos en las comidas. Los niños suelen padecer de indigestión o “empacho” (como se define en América Latina a este tipo de dolencias) y es por eso que ancestralmente se recurre a algún sabio (o curandero) que conozca la técnica y la aplique correctamente.

La indigestión.

Más allá de cualquier técnica que pueda ayudarnos a estar mejor más o menos pronto, es importante tomar consciencia de que el origen de la dolencia radica en un exceso o una inapropiada manera de ingerir alimentos o comida. Es por esta razón que los niños suelen padecer de empacho, porque se dan habituales descontroles en lo que comen y ellos mismos eligen el placer de comer que la moderación para no estar enfermos. Pero no sólo ocurre con los niños, muchas veces los adultos repetimos la rutina y nos damos esos “gustos” que pueden resultar caros para nuestra salud.

También ocurre que podemos estar padeciendo la existencia de un virus o bacteria o en presencia de algún trastorno en alguno de los órganos que intervienen en la digestión y, aunque creamos que estamos alimentándonos bien, estemos ingiriendo alimentos de difícil aceptación por parte de nuestro organismo.

Es importante que, si padecemos de indigestión, reconozcamos que debemos dejar que el organismo se alivie lo más naturalmente posible, evitando seguir comiendo pesado o insalubremente, haciendo algo de ayuno, bebiendo bastante líquido, jugos como el de zanahoria o manzana, o infusiones que pueden ayudarnos como el limón, el jengibre o la manzanilla, entre otras.

Los síntomas que pueden llevarnos a solicitar ayuda para aliviar la indigestión suelen ser especialmente dolor de estómago, dolores en la zona abdominal y dolor de cabeza, aunque también acidez estomacal, falta de apetito, diarrea, vómitos, náuseas, gases y sensación de debilidad o falta de energía.


La efectividad de la técnica popular y ancestral.

Si bien algunos fisioterapeutas, los médicos y terapeutas de Medicina Popular China y Medicina Ayurveda y otros terapeutas que utilizan recursos de sanación ancestral practican amasamientos, técnicas de acupresión o acupuntura, frotaciones y presiones sobre la zona entrono a las terminales del sistema nervioso presentes en el abdomen o en la zona lumbar y que afectan al funcionamiento de los órganos abdominales, en especial los intestinos, esta técnica se ha utilizado y utiliza de manera casera, a veces como una herramienta concreta para el alivio de malestares y otras veces como parte de un sistema de curación más mágico, rodeado de otros recursos más difíciles de explicar como la utilización de lazos, cintas o cinturones para medir el abdomen.

El procedimiento de “tirar el cuerito” consiste en tomar la piel (o cuero) de la zona próxima a la columna vertebral, de ambos lados al mismo tiempo, y estirar con un poco de fuerza despegando la piel de esa zona. Se realiza especialmente en la zona lumbar, comenzando por el sacro y subiendo poco a poco. Se pueden tomar entre cinco y siete puntos diferentes para abarcar toda la zona. Una característica de esta aplicación es el chasquido que se escucha en alguno de los puntos de la espalda sobre los que se realiza. Se puede repetir la operación una o dos veces ya que es posible tomar diferentes secciones de la piel cada vez.

En muchas ocasiones se realizan frotamientos con talco sobre la piel, lo que activa la circulación sanguínea y linfática de la zona y prepara a la piel dándole una textura más seca o áspera que favorece el agarre de los dedos para que la maniobra de tirar el cuerito sea más efectiva.


Literatura y bibliografía sobre el tema.

El doctor Roberto Campos Navarro, coordinador de investigación del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), escribió el libro “Medir con cinta y tirar el cuerito”, recopilando allí ciento treinta y seis textos médicos que tratan sobre “el empacho” en Argentina, textos publicados a partir del siglo XVIII hasta nuestros días.

Según Campos Navarro tirar el cuerito funciona biológicamente, porque estimula los nervios que hacen que aumenten los movimientos intestinales y se arroje o elimine ese bolo que está produciendo el empacho. Su trabajo, reflejado en su interesante libro de medicina con toques de antropología, sociología y otras ciencias confluyentes “Medir concinta y tirar el cuerito”, se originó en México en los años ochenta, desde donde comenzó a recoger testimonios de como la costumbre de tirar el cuerito se encuentra como una tradición en toda América Latina y es posible seguir su pista hasta la Comunidad Valenciana en España.

Por su aparte Valeria Edelsztein, doctora en Química por la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), realizó un trabajo de años de investigación sobre el tema de los métodos caseros para curar, entre los que se encuentra el de aliviar las dolencias producidas por indigestión. En base a este material de investigación y sus conclusiones publicó dos libros llamados "Los remedios de la abuela" y "Los remedios de la abuela 2"

Entre lo mucho y muy interesante que relata en sus libros, Edelsztein hace referencia al “empacho”, describiéndolo como una fuerte indigestión. La definición médica académica de empacho puede ser enterocolitis, dispepsia o gastroenteritis, según los síntomas.

Valeria Edelsztein toma como referencia la costumbre que se da, sobre todo en los pueblos o llevada de éstos a las ciudades, de recurrir a, generalmente, una señora mayor que aplicará la técnica de tirar el cuerito como algo místico, mágico o secreto, habitualmente heredado de algún miembro anciano de la familia.

También ella, sugiere que aparentemente estos pellizcos en la piel de la espalda estimulan una formación nerviosa que relaja el estómago, estimula los movimientos peristálticos y ayuda a mejorar la digestión.

Sumados a estos ejemplos que describen esta técnica popular muy difundida en un extenso territorio, la publicación cubanaCuadernos de Historia de la Salud Públicaen su versión impresa n.102 (Ciudad de la Habana jul.-dic. 2007) cita, en susTextos cubanos sobre el empacho” la descripción de un procedimiento llamado ”Quebrar el empacho”, como se lo llama en Cuba y parte de México (Tabasco), a la operación de curar por medio de la maniobra especial de restirar a uno el cuero del espinazo hasta la rabadilla”, texto extraído del Diccionario General de Americanismos de Francisco Santamaría.

La técnica de “tirar el cuerito” es uno de esos recursos ancestrales que se utilizan a diario sin producir efectos colaterales. La acción directa y tangible sobre una parte del cuerpo físico crea la consciencia de que algo está sucediendo al realizarla y sus efectos de alivio casi inmediato hacen que, como fue publicado en una encuesta de 2006, siete de cada diez latinoamericanos crean que es útil para el bienestar de las personas.

©Pablo Rego
Profesor de Yoga
Terapeuta holístico
Diplomado en Medicina Ayurveda




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