por Pablo Rego | Hace algunas décadas el acceso a Yoga era cuestión de unos pocos, de los que se daban la oportunidad de experimentar lo diferente y se atrevían a tomar otros caminos en busca de su salud y equilibrio. Y muchos no lo hacían; muchos que hoy intentan revertir sus dolencias lamentando no haber conocido antes la actividad.
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Sin embargo, con el
desarrollo de las comunicaciones y la comprobación que hicimos los occidentales de los grandes beneficios que
aporta el Yoga al ser humano, la actividad ha ido ganando espacio en nuestras
sociedades hasta llegar a ser reconocida, incluso, por médicos alópatas,
psicólogos o psiquiatras que la recomiendan a sus pacientes.
En la actualidad el Yoga
está presente. Ha venido para quedarse y los prejuicios son más bien
resistencias a resolver nuestros problemas que temores fundados. Jóvenes y
adultos jóvenes que replican el estilo de vida de los mayores, mal
alimentándose, realizando poca actividad física, desarrollando tareas o
abrazando profesiones estresantes, tienen en los padecimientos presentes de los
protagonistas de las generaciones anteriores el mejor ejemplo de cómo es mejor
no vivir.
La consciencia en lo
importante que es la prevención para la salud ha llegado a nuestras sociedades
occidentales. La información está disponible por doquier y el paso para detener
y/o revertir procesos de enfermedad depende cada vez más de cada individuo.
Prevenir con Yoga, mejor que curar.
Todas las edades son buenas para practicar Yoga - Foto ©Photobucket |
Aunque sea más
dificultoso revertir dolencias a avanzada edad, aquellos que se comprometen con
la actividad siempre se benefician de ella. Superar los dolores y traumas
físicos es el mayor desafío que de los mayores, sobre todo porque, en determinadas
comunidades, la primera barrera es el prejuicio y la desinformación.
Lamentablemente, en la
actualidad vemos jóvenes y adultos de entre veinte y cincuenta años de edad,
replicando los caminos hacia la enfermedad crónica. Más lamentable aún es ver a
los niños que, inocentemente, son conducidos a lo mismo, creando seres débiles,
dependientes de la medicina y sin el entrenamiento y el desarrollo de los
recursos naturales que el ser humano posee en sus genes para sobrevivir a las
enfermedades corrientes.
Los adultos en plena
actividad tienen hoy la oportunidad de dedicar dos o tres horas semanales a la
práctica de Yoga. Pueden aprender a relajarse, a respirar, a administrar sus
emociones, a disminuir los niveles de estrés. Tienen al alcance de la mano la
posibilidad de movilizar el cuerpo para liberarse de las malas posturas y los
traumas creados por éstas en el cuerpo físico, principalmente en la columna
vertebral en donde la mayoría de los mayores acusan grandes dificultades para
vivir un día a día disfrutable.
Mirarse en el espejo
de los mayores para mejorar es una buena forma de superarnos como sociedad.
Observar los caminos que en el pasado se tomaban, en relación a la
alimentación, ejercicio y forma de abordar los problemas, puede ayudarnos a valorar
mucho más el hecho de contar, en casi todas partes, con la oferta de
actividades para el bienestar como Yoga.
Cuidar los hábitos hoy para vivir mejor mañana.
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Practicar Yoga es una
manera completamente natural de activar el metabolismo, eliminar toxinas, equilibrar
los niveles hormonales y fortalecer el sistema inmune; entrenar el cuerpo físico
tonificándolo, manteniéndolo flexible, fortaleciendo los huesos y
articulaciones. Practicar Yoga transforma nuestra manera de elegir,
conduciéndonos a un estado de consciencia en el que podemos mejorar el estado o
la forma en la que realizamos nuestras actividades, como el trabajo, la
alimentación o las relaciones personales. Practicar Yoga es un camino para
reducir los niveles de estrés, ayudando al organismo a mantenerse lejos de ese
tóxico de la vida moderna.
Nuestros mayores, que
no tuvieron la oportunidad de practicar Yoga, no pudieron elegir la prevención
y desarrollaron un estilo de vida “compensatorio” en el que creaban enfermedad
cada día para luego utilizar la medicina en busca de un falso equilibrio, ya
que al ver los resultados podemos concluir que muchos de los recursos de esa
forma de “practicar” la salud estaban equivocados.
El concepto Yoga de
salud es la prevención, es ayudar al cuerpo a reconfigurarse cada día, a volver
de los excesos de manera natural, a liberar las tensiones para que no se
lesione parte alguna del organismo.
Cuidar nuestros
hábitos, los pensamientos, la alimentación, el descanso, y practicar Yoga hoy,
poder hacerlo, es una de las maneras de transitar el tiempo de la vida plena
sin hipotecar salud para el futuro. Todos, niños, adolescentes, adultos jóvenes
y adultos mayores, pueden optimizar su estado físico en el presente para que
los sucesivos presentes sean más llevaderos y disfrutables, manteniéndonos
alejados de las enfermedades y ganando en calidad de vida, ya que no sólo es
importante vivir más tiempo sino que también lo es pasarlo bien.
©Pablo Rego
Profesor de Yoga
Masajista-Terapeuta
holístico
Diplomado en
Medicina Ayurveda de India.
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