por Pablo Rego | Estar limitados en nuestras
acciones habituales nos plantea la situación de tener que reorganizarnos para
transitar el tiempo de una manera armoniosa y equilibrada, compatibilizando
muchas veces el trabajo en casa y el compartir todo el tiempo con nuestros
compañeros de vida.
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Pero ocurre que el tiempo es
relativo. La velocidad e intensidad de
las acciones que se dan en ese tiempo serán vividas por nosotros de acuerdo a nuestra
percepción. Por lo tanto, a los pocos días de encierro, lo que parecía
fácil puede comenzar a ponerse más complicado. Las relaciones personales, los
espacios físicos, el no tener la salida del “escape fácil”, el pensar que como
se tiene todo el tiempo disponible da igual lo que haga, evadirse a través de
videojuegos o la tele, trabajar más de la cuenta porque se tiene todo el tiempo
libre, etc. son algunas de las situaciones que se dan para que perdamos de
vista lo precioso e importante que resulta
cada momento de nuestras vidas.
Desequilibrios.
La falta de regularidad es un
aspecto que tiene muy en cuenta la Medicina Ayurveda
para comprender los desequilibrios del Vata Dosha (aire + éter) ligado a
manifestaciones como el insomnio, la
preocupación o la hiperactividad, entre muchas otras características. Una
recomendación que se hace habitualmente ante el desequilibrio de este aspecto
de nuestras estructuras sutiles es la organización
de unas rutinas que nos permitan moderar esos dos elementos.
Cuando Vata Dosha se descontrola
aparecen síntomas físicos como sequedad
en la piel, pérdida de peso o problemas intestinales. Es posible que estos
síntomas tarden en aparecer y mucho más en desaparecer, por lo que es muy
importante prestar atención ahora para no padecer enfermedades en los próximos
meses debido a esta situación particular que estamos experimentando todos en el
presente.
Puede pasar lo contrario y es que
Vata Dosha disminuya demasiado por el aumento de otros dos elementos. Agua y Tierra,
constituyentes del Kapha Dosha se harán más presentes, volviéndonos más emocionales, llevándonos a aumentar de
peso por inactividad y aletargando nuestro metabolismo.
Depende de nuestras estructura
estos cuadros pueden ser más o menos graves en tiempos de encierro o
inactividad, pero lo más importante es estar
atentos y organizarnos de una manera consciente para no caer en desequilibrios que
pagaremos desde ahora hasta un futuro, por lo menos, de mediano plazo.
Organización.
Habitualmente tenemos unas
rutinas que, aunque no sean las más saludables o agradables, vamos ajustando
con cierto control por la experiencia que tenemos al vivirlas. Cuando
comenzamos a desempeñarnos en un trabajo nuevo o comenzamos a estudiar o a
realizar tareas que requieren de una dedicación exclusiva, debemos estructurar
nuestros tiempos, organizarnos, mover otros horarios, establecer un tiempo para
desplazarnos o para comer; muchas veces tenemos que ponernos de acuerdo con
otros para coordinar actividades.
En la situación de una cuarentena
masiva impuesta sin previo aviso, no se
dispone de tiempo para organizarse, pero los cambios se dan igual. Y necesario
tenerlo en cuenta porque si la comenzamos desorganizadamente se va a imponer el
caos personal y grupal, conseguiremos espacios a través de la competencia y es
muy probable que le dediquemos más tiempos de los debidos a actividades de
responsabilidad realizadas en la casa.
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Por lo tanto es muy importante
tener en cuenta cuánto tiempo le estamos dedicando a trabajar, si estamos poniendo límites a la presión del afuera
para cuidar el ambiente de nuestro hogar. También es necesario mantener
unos hábitos de regularidad que enmarquen el día y nos mantengan conectados con una organización mínima indispensable para
que no se descontrole nuestro organismo, como por ejemplo levantarse a
determinada hora, mantener un horario para las comidas y tratar de acostarse a
una hora acorde con la rutina establecida.
Si dedicamos tiempo a jugar con
consolas, a mirar películas o ver la televisión, es importante que lo hagamos
dentro del marco de consciencia de que es un
momento de esparcimiento que no puede durar todo el día.
También es recomendable dedicarnos a la alimentación preparando
nuestros propios alimentos y dedicar
tiempo a la actividad física estableciendo unos espacios también para ello.
Si somos muchos en casa hay que plantear
las necesidades de cada uno y exponer la importancia del respeto por las de todos, organizándose
para conseguir una armonía en la convivencia. No todo tiene que ser realizado
por todos y es recomendable que las actividades tengan un sentido mayor que el de “matar el tiempo”
No importa cuanto tiempo más dure
la cuarentena, siempre vale la pena dedicar un rato de tiempo a organizar una estructura para ser
llenada luego con nuestras actividades, para no caer en emociones o situaciones
como la frustración, la ira, la angustia, la desilusión o el estrés.
Practicar Yoga y Meditación se ha vuelto un recurso muy valioso en esta
temporada ya que la sola decisión de hacer estas actividades ayuda a
segmentar el tiempo, sobre todo el mental, y a mantener un estado de moderación
en las emociones que hay que cuidar para no perder la salud.
©Pablo Rego
Profesor de Yoga
Masajista-Terapeuta holístico
Diplomado en Medicina Ayurveda.
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