por Pablo Rego | En un formato de comedia dramática y con un
historia original, el film indio “P.K.” de 2014, dirigido por Rajkumar
Hirani y protagonizado por Aamir Khan Y Anushka Sharma, toca el tema de las organizaciones
religiosas y su relación con la espiritualidad, plantea una visión desapasionada
que deja al desnudo las estructuras de poder preestablecidas desde hace siglos
y su relación con la vida cotidiana y la verdadera fe.
Es normal que surja en India un planteo como
este ya que, aunque algunas religiones son más populares que otras, la práctica
religiosa es aceptada e integrada masivamente y con mucha naturalidad, favoreciendo
la creación de una innumerable cantidad de ritos y costumbres, muchos de ellos
milenarios y otros tantos surgidos de la fusión de diferentes cultos.
A través de un personaje protagonista alienígena
que tiene una actitud completamente ingenua, aunque no poco inteligente, y que ha
sido enviado a la Tierra con el fin de estudiar las costumbres humanas, la
historia comienza contando la llegada de P.K.
(como se lo llama al protagonista y que en hindi significa “borracho” por la
manera absurda de su comportamiento) a nuestro planeta y el robo que sufre ni bien aterriza de un elemento
que necesita para comunicarse y poder regresar a su lugar de origen. Siguiendo
la pista de su objeto perdido comienza a relacionarse con los seres humanos y
sus costumbres.
Esta búsqueda arma la trama de la historia llegando al centro del conflicto cuando se descubre que el elemento robado se ha transformado en la piedra más preciada de un líder religioso y su culto. P.K. reconoce la mentira detrás de la organización religiosa. Esta situación es usada por el autor para establecer cierto paralelismo entre la creación de este culto y todos los demás.
Con todos los condimentos típicos de una producción
de Bollywood, lindos decorados y ambientes naturales de India, algunas canciones y coreografías con su
particular estilo, una bonita relación de amor, costumbrismo contra modernismo,
esta comedia plantea una interesante reflexión acerca de cómo las religiones se
encuentran entre el objeto de culto y las personas.
Tras su estreno en India se creó una gran
polémica en torno a la película por parte de los líderes religiosos. Más allá
de la postura o forma de practicar la espiritualidad de cada ser, es
interesante el planteo filosófico de “P.K.” y merece la pena ser vista como un
producto para el entretenimiento, pero también como una voz de creación de consciencia
sin condiciones.
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